Parada en Óbidos, Pueblo de las Reinas, querida por la familia real desde la dinastía alfonsina.
Sintra fue clasificada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. El Palacio Nacional de Sintra, con sus dos hermosas chimeneas, es uno de los símbolos de este pueblo. La visita no puede terminar sin degustar la famosa «Queijada de Sintra» (pastelito).
Pueblo de pescadores, a finales del siglo XIX Cascais se convirtió en una estancia balnearia de referencia internacional. En 1870, el rey Luís eligió Cascais como su “estancia de baños”. A principios del siglo XX, se construyó el Casino de Estoril y se crearon las condiciones para hacer de la Costa del Sol una «Riviera» portuguesa.
A pesar de su ubicación montañosa, Covilhã fue cuna de grandes figuras que jugaron un papel decisivo en los Descubrimientos Portugueses, como Pêro da Covilha. Pero desde muy temprano, el trabajo con la lana marcó la vida de la población.
El Palacio de Queluz fue concebido como un palacio de verano. Sus primeros ocupantes fueron Pedro III y Maria I. El palacio era famoso por sus fiestas que se realizaban en los jardines e incluían fuegos artificiales, juegos ecuestres, corridas de toros, entre otros entretenimientos.
La Baja de Lisboa, también llamada Baja Pombalina porque fue construida por orden del Marquês de Pombal, está formada por calles rectas y perpendiculares. En el centro de la Plaza del Comercio se encuentra la estatua del rey José I. El Arco da la Calle Augusta sirve como puerta de entrada a la ciudad.
Lugares para visitar:
- Óbidos
- Mondeguinho
- Sintra (Palacio Nacional de Sintra y centro historico)
- Cascais
- Estoril (vista panorámica)
- Palacio Nacional y Jardines de Queluz
- Lisboa (Baja Pombalina)
Viaje de dos días.
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El uso de mascarilla es obligatorio.
